Con un préstamo, recibimos un pago único al inicio del contrato que se devuelve en el plazo establecido y con los intereses y comisiones pactadas.
Por ejemplo, si solicitamos un préstamo de 1.000 euros a devolver en 3 meses, se nos depositará el dinero en nuestra cuenta, y cada mes pagaremos una cuota mensual hasta que se cumpla el plazo.
Existe mucha confusión entre qué son los préstamos y su diferencia con los créditos. En muchas ocasiones se utilizan para definir lo mismo, sin embargo hay una diferencia muy clara: Un préstamo es, generalmente, solicitado para un propósito específico, comprar un automóvil nuevo, renovar una casa, pagar unas vacaciones, liquidar deudas, etcétera.
En el mundo de los préstamos online, y sobretodo en los préstamos rápidos, se utilizan términos como: minicréditos, microcréditos, préstamos sin intereses, mini préstamos, créditos al instante. Todos se refieren a un producto financiero similar, y ahí es de donde se deriva la confusión. En teoría son préstamos, pero son los plazos de devolución son muy cortos y los importes pequeños, por lo que en algunas ocasiones, después de 30 días y de devolver el préstamo, la entidad te puede ofrecer uno nuevo y por un importe mayor. Es por esta razón que en ocasiones también funcionan como créditos.
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